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La trascendencia como tarea de salir de sí, ayuda a integrar a la persona, pues ésta se realiza en el don sincero de sí mismo, y es precisamente la conciencia de su ser trascendente la que impulsa a la persona.

Una educación integral HUMANA y TRASCENDENTE

Hablar del SER de la persona humana y de su ser integrador es hablar también de su trascendencia que lleva al alumno, alumna hacia una APERTURA HACIA LOS DEMAS, HACIA LA NATURALEZA, HACIA DIOS, AL BIEN Y A LA VERDAD esto es a la unidad de la persona.

  La trascendencia como tarea de salir de sí, ayuda a integrar a la persona, pues ésta se realiza en el don sincero de sí mismo, y es precisamente la conciencia de su ser trascendente la que impulsa a la persona a este don sincero donde encuentra su realización personal en este ejercicio de apertura hacia los demás, hacia Dios que es el Bien y la Verdad por excelencia a la unidad de la persona, es reconocer el don personal de cada uno y es la conciencia de su ser trascendente la que impulsa a la persona al niño, al joven al adulto a este don sincero donde encuentra su realización personal, en este ejercicio de apertura hacia los otros, hacia Dios, que es el Bien y la Verdad por excelencia, se integra su persona.

Una educación integradora y pertinente es aquella que constituye el SER de la persona y lo capacita para coparticipar a la transformación y desarrollo de las comunidades locales y nacionales, preparar para la inserción en el mundo del trabajo en la medida en que se articula con el sector productivo y aportar a la construcción de un mundo más justo, más equitativo y comprometido con el ambiente.

“Usted difícilmente encontrará, entre las mentes científicas más profundas, alguna sin un sentimiento religioso propio” // Albert Einstein